A mí en lo personal me encanta la definición de Steve Blank:
Una Startup es una organización temporal usada para buscar un modelo de negocio repetible y escalable.
Cualquiera que cuente con un gramo de fuerza emprendedora ha soñado con las grandes oficinas de Google o Facebook. Eso de trabajar con chef bajo demanda, mesas de billar, gimnasio y más distractores potenciales vaya que es atractivo. Lo único malo es que sólo vemos la punta del iceberg y no vemos el gran soporte y los meses y/o años de trabajo arduo pero eso es otra historia.
La mayoría de los emprendedores al fundar una Startup comenzamos con la idea de contar con grandes sumas de inversión por medio de incubadoras, aceleradoras o programas del gobierno. Y los hacemos con el enfoque que los grandes gurús y metodologías nos dan: el producto mínimo viable.
El producto mínimo viable (PMV) nos permite validar si hay clientes y están interesados en nuestra propuesta. Además nos da la pauta a los posibles retos a la hora de escalar la producción.
Pero déjame presentarte un nuevo concepto:
[bctt tweet=”El producto mínimo mercadeable (PMM).” username=”ventajanegocios”]
El producto mínimo mercadeable es un paso adelante al PMV. Tiene la característica especial de que cuenta con elementos agregados al producto que lo hacen atractivo a la compra, es decir mercadeable.
Esta es una solución para evitar el “complejo de la Startup” que hace que los fundadores estemos en búsqueda constante de inversión, siempre buscando nuevos “jefes” que nos digan qué, cómo y cuándo hacer las cosas. Siendo emprendedores lo habitual es buscar libertad, tomar vuelo con nuestras propias alas.
Claro, no siempre es posible. Hay emprendimientos que requieren una gran inversión para realizar una venta como comprar grandes volúmenes de stock, automotores, maquinaria industrial o software de licencia entre otros.
Pero cuando sea posible hay que buscarlo a toda costa.
Algunas opciones para convertir nuestro PMV en PMM comparado con lo que normalmente se hace serían:
- En lugar de una landing page con formulario de suscripción, colocar un botón de PayPal o Stripe para realizar una venta mínima del producto o servicio.
- En lugar de una one page / parallax, instalar un blog y publicar artículos regularmente y vender un webinar de pago con el tema que tratas de resolver.
- Crear una campaña de crowdfunding.
A veces el camino más seguro es el más largo, así que sí estas en el momento crucial de decidir si vas en busca de fondos o de ventas, ahora tienes una opción que te puede ayudar a ser un poco más libre en tu emprendimiento.