Tiempo de una pequeña historia:
Cuando era joven y no tenía mucha idea de cuál rumbo quería tomar me comencé a integrar a varios eventos de emprendedores, marketing y negocios. Un día fui a la presentación de una persona que hablaba de la parte romántica de emprender: muchos sueños y mucha altura en su diálogo.
Cómo siempre fui a contradecir lo que decía. A dar mi punto de vista y comenzar una plática con alguien desconocido pero aceptaba ideas que él no tenía.
De ahí poco a poco nos volvimos buenos amigos y ayude un poco en varios eventos en la Ciudad de México. Jornadas de 48 horas reunidos con emprendedores. Muy buenos tiempos y de mucho aprendizaje.
Aún tenemos ideas encontradas.
Lo que quiero decirte, y si es que quiero decir algo, es que te juntes con los que no opinan cómo tú pero que buscan el mismo objetivo. Esas son las personas que nos hacen crecer.
Rezonga.
Pregunta.
Piensa.
Tal vez un nuevo socio, compañero o amigo está a una pregunta de distancia.