Muchos o hasta me atrevería a decir que todos mis clientes y amistades tienen problemas con sus colaboradores (o empleados o cómo les llames).
- “Deme una oportunidad jefe”
- “Claro que no me pediste que hiciera eso”
- Yo no fui, fue él(ella)”
- “Ahorita lo termino” (Y nunca llega el ahorita)
Entre tantos pretextos más.
Todo empieza desde el “origen del prospecto”. Así como en las ventas, en la contratación todo lo determina de dónde provienen nuestros colaboradores.
- Si llegan de una recomendación, quién lo recomienda nos da mucha información de la persona reclutada.
- Si llegan de un anuncio, depende de en dónde lo coloquemos nos va a decir que busca. No es lo mismo un periódico que un anuncio pegado en la calle.
- Si llega de una empresa de contratación, el tipo de empresa que contratemos también nos da información.
El proceso de contratación por lo general es de muy pocos días y ni siquiera con un periodo de prueba con capacitación exhaustiva.
Y llegando al punto de que empiezan con los pretextos y las malas prácticas no tenemos como meterlos al carril. Por eso siempre recomiendo usar un esqueleto de sistema de gestión de calidad, digamos un ISO.
El papel lo aguanta todo.
¿No saben qué, cómo y cuándo hacer las cosas? Papelito.
Santo remedio, se acaban los pretextos.