Tony Montana es el meritito jefe. Si hubiera existido en la vida real hubiera sido su fanático, sólo me queda serlo de Oliver Stone.
En la apología del delito curo en salud mi opinión.
Pero hablando en plata, necesitamos aprender más de la necesidad de Tony por salir de la miseria y sobresalir a toda costa. Sin la coca ni las metralletas.
Tener el hambre para encontrar caminos no transitados y arriesgar hasta la vida por nuestros sueños.
El principio siempre es difícil.
Negocia un contrato imposible y ciérralo con la confianza de vender o haz el compromiso contigo.
Y dile hola a mi pequeño amigo.